Ahora ya es imprescindible la construcción de un nuevo buque militar


Tomada de la web de desordencreativo.com

Hace muy pocas fechas el gobierno del Estado decía que al menos en tres años no se podrían aprobar programas de renovación de flota. Decía asimismo el AJEMA (Almirante General. Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada) y recientemente también, que en estos momentos y debido a los recortes aplicados, no se podían contemplar nuevas construcciones. Que en las actuales circunstancias no era viable. Y siendo esto así, ¿Cómo es que el ministro Montoro anuncia la construcción en Navantia de un buque militar para vender…… ya veremos luego a quién y de que manera? Y la respuesta se llama buque Flotel y el casi casi seguro 5º gasero para Gas Natural. Ahí está la clave de ese buque militar anunciado por el Ministro de Hacienda y jefe supremo también, que lo es, de la SEPI y de Navantia, Cristóbal Montoro.
Si aceptamos lo dicho por el presidente de Navantia respecto a que actualmente la empresa está fuera de mercado por no ser competitiva, uno entiende que cualquier construcción civil que se acometa significa generar pérdidas, y si eso es así, a la compañía no le queda otro remedio que dotarse de una estrategia con la que protegerse ante la UE. Y eso se llama buque militar. El nicho donde Competencia y por tratarse de seguridad nacional interna, no investiga. Cualquier construcción civil que se haga en estos momentos va a provocar desajustes económicos negativos, y Navantia (en el mercado civil) no puede trabajar en pérdidas. Y respecto a esto último, quiero hacer un recordatorio. Las fragatas F – 100 se presupuestaron en 430 millones de euros cada una de ellas y si bien es cierto que las cuatro primeras se reconocieron en esa cantidad, la última, la F – 105, la Cristóbal Colón, consta que alcanzó los 823 millones. ¿Por qué esta última llegó a esa cifra? Por las mejoras incorporadas desde luego no sufrió un aumento del 100% ¿Por qué fue entonces?
La empresa tiene serios problemas estructurales que necesitan ser tratados de forma inmediata, y no puede seguir esperando para aplicar las medidas correctoras necesarias. “Navantia no puede continuar por el camino que en cada momento marquen los diferentes procesos electorales”.
Si el Flotel va a generar pérdidas, y las va a generar, la construcción del gasero nos puede terminar de hundir. Así, tal cual suena. ¿Cómo un armador nos va a encargar un barco si le sale un 30% más caro que si lo encarga en Asía? Eso no tiene lógica ninguna. Y si aún a pesar de ello nos lo encarga, es que él va a recibir algún tipo de ayudas de la manera que sea. Y si eso es así, en Bruselas, tarde o temprano, terminarán por  saberlo y luego………? En el naval no podemos cometer más errores. Ya nos ocurrió con las ayudas por las que Astano está así, nos volvió a suceder con el Tax Lease y ahora ya no podemos seguir frivolizando más en este campo.
Navantia tiene potencial y capacidad más que suficientes como para tener una presencia activa en el mercado mundial de constructores como la tienen otros astilleros europeos ubicados en países con mayor nivel de vida que el nuestro, como el italiano Fincantieri, la DCN francesa, el holandés Damen, el alemán Meyer Werft, el danés Odense Steel Shipyard, el noruego Bergen Group y tantos y tantos otros. Pero claro, para poder estar ahí compitiendo con todos ellos, antes hay que hacer frente a los problemas que uno tiene. Y todo lo que no sea así, puede significar pan para hoy y hambre para mañana. Y de esa dinámica debemos de escapar.
La construcción de un buque de guerra siempre es motivo de alegría por lo que para Ferrolterra significa, pero ojo, cuidado con el por qué se hace, no vaya a ser que sea peor el remedio que la enfermedad.
Jesús Varela
9 de marzo de 2014

1 comentario:

Guillermo dijo...

Lo que diga Montoro, desgraciadamente para España, no tiene ninguna credibilidad. ¿Como es posible pensar que la UE nos va a permitir fabricar un barco contra almacén ..."a ver a quien se le puede vender". ¡Que poca vergüenza tienen!
No obstante, deseo fervientemente equivocarme y que al final se construya pues, al menos, levantaría la maltrecha economía de Ferrolterra