Por este camino, Reparaciones tampoco tendrá futuro



Ni se hizo caso de los consejos, ni se quisieron tomar en consideración opiniones autorizadas y totalmente independientes, y ahora, con lo que nos encontramos es con una auténtica y real amenaza sobre nuestra particular joya de la corona. El departamento de Reparaciones de Navantia.
Buque argelino KALAAT BENI RACHED
Seguro que habrá a quien le resulte poco creíble semejante opinión tratándose de Reparaciones, puede que incluso hasta irrisoria, sin embargo, la realidad, “que ya se está viviendo”, es francamente poco tranquilizadora y a la par muy preocupante, sobre todo de cara al futuro inmediato. En estos momentos se está dando una situación extraordinariamente propicia como para dinamitar todo lo conseguido durante años de esfuerzo, sacrificio y bien hacer. Si Fene – Ferrol está colocada en los primeros lugares del mundo como centro reparador, lo está, fundamentalmente, por el alto nivel profesional y de competitividad de la industria auxiliar de Ferrolterra. Y esa es una realidad incontestable.
Es cierto que son las circunstancias de carga de trabajo cero las que en estos momentos obligan a los otros departamentos de la empresa a ocupar a sus trabajadores en operaciones en buques en reparación, pero eso es insostenible para el departamento de Carenas (ver artículo “Cuidado con Reparaciones” firmado por mi y publicado en La Voz de Galicia el 22 – 2 – 2012). Es razonable que en las actuales circunstancias servicios como el de mantenimiento, almacenes u otros similares, que están subcontratados a la industria auxiliar, vuelvan a las manos del personal fijo de plantilla, pero a Reparaciones, no se la debe tocar, salvo para mejorar y ese, ahora, no es precisamente el caso.
Para poder seguir estando “de forma competitiva” en el mercado de la reparación, Navantia tiene que funcionar solo como empresa de gestión y para ello necesita contar al máximo con las empresas auxiliares. Por si sola, Navantia está fuera del mercado. Por tanto, hay que entender que en la medida en que las auxiliares vayan perdiendo terreno en el departamento y ese espacio sea ocupado por personal fijo de la principal, en esa misma medida Reparaciones se estará alejando del mercado. La primera experiencia vivida ya tuvo lugar en el buque de guerra argelino, el “KALAAT BENI RACHED”, (actualmente todavía en reparación) y fue negativa. De igual forma que se espera también que lo sean la intervención en la obra de habilitación en el mismo buque, así como la participación en la transformación del buque de la naviera Tapias, el “Monforte de Lemos”. Y no me estoy refiriendo a la calidad en el trabajo, claro que no, porque en ese apartado el alto nivel de los trabajadores de la principal está ya más que demostrado. Estoy hablando de productividad y de resultados económicos.   
Estamos poniendo piedras en nuestro propio camino, y con ello, le estamos facilitando las cosas a nuestros más directos competidores. Les estamos poniendo en bandeja – para que las exploten – nuestras debilidades y si no se rectifica y de forma inmediata, nuestros adversarios aprovecharán la coyuntura y en cuatro días nos echarán del mercado. A Reparaciones y como ya dije hace casi dos años, tenemos que cuidarla mucho por lo que para todos representa.
Y cuidarla, ahora ya es algo más que solucionar este problema puntual. Ahora también es encontrar solución a una deriva que de forma añadida se va a incorporar – pienso yo – de inmediato a nuestras debilidades. El peregrinaje de los buenos profesionales de la Ría de Ferrol para la Ría de Vigo. El trabajo que se vislumbra en Vigo a raíz de la entrada de Pemex en el accionariado de Barreras, será el toque de llamada para todos los profesionales de la Ría de Ferrol, y claro, cuando el trabajo llegue – que llegará – de nuevo a nuestras gradas de construcción y los fijos de plantilla del astillero vuelvan de regreso a sus talleres de origen, Reparaciones quedará desprotegida y probablemente con problemas para atender sus necesidades. Después ya no habrá ni mejores ni peores profesionales para trabajar en Carenas. Sencillamente no los habrá.
 Ahora mismo Reparaciones está amenazada por partida doble. Por un lado, por la falta de competitividad a la que sin duda llegará de continuar por el camino iniciado. Y por otro, por el más que probable éxodo que la mano de obra especializada pueda protagonizar.
Que el año 2014 nos depare una mejor situación para toda Ferrolterra. Creo que, por lo que ya llevamos soportado, nos lo merecemos.

Jesús Varela
28 de diciembre de 2013

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El uso de personal del Astillero en trabajos directos de Reparaciones tiene dos efectos negativos:
1ª.- Incrementa los costes directos porque el valor hora de Navantia absorbe unos gastos generales muy altos.
2º.- La flexibilidad del personal propio desde el punto de vista de turnos, extras, trabajos de fin de semana, etc., es inferior a la de las empresas auxiliares.
El punto 1º, si la dirección de Navantia quiere resolverlo, tiene fácil solución cargando sólo a las obras el coste puro de mano de obra y llevando los gastos generales a subactividad. En cambio, lo de la flexibilidad del personal si que es un handicap que, indudablemente, penalizará los plazos de entrega que, en Reparaciones, son críticos.

Tribuna para el Dialogo dijo...

Gracias "Anónimo"
Nos consta que el sistema de llevar los gastos generales del coste hora a subactividad ya fue adoptado en Astilleros Españoles, en ocasiones similares. Es un buen criterio porque, de no dar ocupación en Carenas a ese personal del Astillero, todo el coste iría a subactividad.
Más difícil de resolver es lo del rendimiento que, por múltiples razones entre las que está el estricto cumplimiento por Navantia de toda la normativa laboral y de duración de jornadas de trabajo, de horas extra, turnos, etc., tiene una solución más compleja.