¿Será
posible que siempre que toca arreglar un tema relacionado con Navantia nadie
sea capaz de dar con la tecla adecuada? No lo consiguió el PSOE, no lo está
consiguiendo el PP y por lo que parece, por lo que le escuché el otro día a
Xavier Vence, portavoz nacional del BNG, tampoco la formación nacionalista sabe
a que pulsador acariciar. ¿Será verdad que quieren arreglar lo de Navantia? Yo
y por lo que se les puede ver a unos y otros, ya no me creo absolutamente nada.
Ahora mismo la solución a los problemas de la compañía pasa por decisiones muy
duras, antisociales, es cierto, y claro, eso nadie lo quiere asumir.
Decía hace dos semanas y en esta misma tribuna, que para encontrar
soluciones a Navantia, ésta, primero tiene que dejar de ser carnaza política,
para luego y a partir de ahí, poder afrontar los problemas de frente atendiendo
única y exclusivamente a criterios comerciales. Y me reafirmo en ello. Sin
embargo, ese marco a nadie le interesa. Aquí, y se diga lo que se diga, nadie
está por esa labor. Navantia es, políticamente hablando, un auténtico chollo
para todos, un filón. Y lo es, en cualquier momento y situación. Es el saco político
sin fondo que aquí, en Ferrolterra, todos utilizan.
Ahora se están dando los
primeros pasos “serios” para la construcción de un quinto buque gasero para Gas
Natural, claro, después de la marejada política que provocó la decisión de
construir los otros cuatro en Asia. Pero ¿realmente necesita Gas Natural este
quinto gasero ahora mismo? Si es así, ¿por qué no lo contempló entonces, hace
tan solo cuatro días, cuando encargó los otros cuatro? La operación le hubiese
salido más barata ¿O no? Y la respuesta claramente está en otra pregunta.
¿Tiene alguien dudas ahora de que todo lo que le sucede a la antigua Bazán como
a la antigua Astano es debido a decisiones políticas? El sector naval en la Ría
de Ferrol no se guió nunca en base a estrategias comerciales. Ni en tiempos de
Franco, ni en los de la UCD, ni en los del PSOE ni en los del PP. Nunca y ahora
tampoco.
No obstante y aún considerando que este último gasero respondiese de
verdad a las necesidades de la compañía energética, la pregunta es: ¿Está
Navantia en condiciones de construir este buque sin que ello suponga un lastre
adicional más, a su ya delicadísima situación financiera? Y es que según la
empresa Elcano, Navantia no está preparada para acometer tecnológicamente la
construcción de este tipo de buques metaneros de última generación. (Diario de
Cádiz.es 26 – 11 – 2013) Y si esto es así, (Ni el ministro Soria ni el ministro
Montoro respondieron a estas afirmaciones) ¿Por qué todos los políticos, en
general, exigen la construcción del gasero y clamaron por la no construcción de
los otros cuatro, cuando saben que eso va a perjudicar seriamente a la
compañía?
Navantia tiene un gravísimo problema
estructural y mientras no se solucione, cualquier tipo de encargo en el que
participe la Bahía de Cádiz lo que hará será agravarlo mucho más. Esa es la
triste realidad. ¿No se elaboró un plan estratégico para cuatro años porque la
empresa tiene serias dificultades económicas y de competitividad? ¿Cómo es que se
quiere abordar un contrato de esa envergadura sin solucionar antes esos
problemas que dicen que les hace estar fuera del mercado? La situación de la
empresa en estos momentos efectivamente es dramática, pero si de verdad en lo
que se piensa es en su viabilidad futura, lo que no se puede entender es que se
grave más su situación actual. Yo sigo insistiendo en que para que un enfermo
cure, no queda otra que atacar decididamente el mal, cuando éste está
localizado. Y en el caso de Navantia, está claro que nadie quiere coger al toro
por los cuernos. Ni siquiera las organizaciones sindicales. En el caso de
Navantia lo que prima, o más bien lo que triunfa, es la pura y dura demagogia.
Aquí todos le escapan a la objetividad. Unos y otros y otros y unos…..
Lo que está claro, es que los problemas seguirán sin solucionarse mientras no
se les busquen salidas basadas y apoyadas en el sentido común y sobre todo, razonadas
desde la óptica del interés general.
Y mientras por la Ría de Ferrol esperamos pacientemente, quizá
demasiado pacientemente, a la de Vigo llegó ya la tan ansiada tranquilidad y
esperanza en el futuro. Pues bien, vaya para ellos desde estas líneas mi más
sincera enhorabuena.
Feliz Navidad para todos en general y en particular y especialmente, para
mi querida Ferrolterra.
Jesús Varela
21 de diciembre de 2013
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